Sergio Antezana

Sé que habrán crónicas del concierto de Silvio que hablen sobre el set list, el ministerio, la entrega de credenciales, y un largo etcétera. Por eso mismo, no hablaré sobre eso, o lo haré de manera muy tangencial. Comenzaré por el viaje físico que es – como dice Borges – una metáfora del viaje interno y, por lo tanto, una referencia a lo vivido por dentro y por fuera. Unos días antes de viajar a Santa Cruz estaba por dormir a mi hija, entramos a la cama, apagué la luz y nos tapamos, me dijo: ven papi, me acerqué, se abrazó a mi antebrazo (me imagino que ante la impotencia de abrazarme) y dijo: ven papi, nos abrazaremos, nos cuidaremos… sino va a venir el zorro (mítico personaje de Dora la Exploradora). Hoy, luego de haber ido y vuelto de Santa Cruz, al volverla a ver, me di cuenta que es exactamente así como me siento con referencia a la música de Silvio; fui a escucharla, a pedirle que nos abracemos, que nos cuidemos, pero, como mi hija, yo pido que nos cuidemos cuando en realidad

Un poco en broma y un poco en serio, unos amigos nos pusimos el reto de hacer un “top cinco” o top 10 o 20 de Silvio (cada uno ha decidido arbitrariamente la cantidad). Todo esto a modo de “hacer hora” para el próximo concierto de Silvio en abril, acá en Bolivia. Veremos si me alcanza este post para escoger mis 10 preferidas. Haré un par de párrafos por cada tema, no como justificación de mis elecciones, pero como notas de lo que me evocan estas canciones. Puesto 10: El reparador de sueños Cuando era niño, cenábamos todos a eso de las 7 o 7:30 cuando llegaba mi mamá del trabajo. Una vez terminada la cena, mis 2 hermanos y yo ayudábamos a cocinar el almuerzo del día siguiente y a limpiar la mesa. Yo – el menor – recogía la mesa, mis hermanos mayores lavaban y secaban los platos. Luego de eso, yo me ponía a pelar las cosas sencillas para la sopa: habas y arvejas, y mis hermanos las zanahorias, las papas y el nabo. Hacíamos eso todas las noches, y mientras charlábamos y reíamos, mi

Si tuviera que atribuir la música a algún factor genético, seguramente sería fácil hablar de la familia de mi padre de la que salen actores, directores de cine y alguna eminencia en literatura y filosofía; pero, la verdad es que casi no conozco a ninguno de mis tíos y primos artistas. En cambio para hablar de la música en mi vida, tendría que hablar de mi abuelo materno: Betito (como le decíamos). Mi hermana, mi hermano y mis dos primas nos criamos en la casa de mis abuelos; inicialmente porque nuestras madres nos dejaban a cuidado de mi abuela, y posteriormente porque todos vivíamos ahí. Fácilmente diría que 80% de mis recuerdos de niñez son de los cinco corriendo por el patio de mis abuelos que entonces me parecía enorme, pero que ahora veo que apenas alcanza para parquear dos autos y colgar ropa a secar. Toda mi niñez transcurrió en ese patio. No sé qué tanto jugábamos, pero parecíamos 5 pilas duracell en proceso de testeo, hasta las 4 de la tarde que mi abuela nos llamaba a tom

He dejado mi blog un poco abandonado y alguien me hizo recuerdo de reactivarlo. Decidí que una buena forma podía ser subir una canción inédita. No sólo inédita, sino que no ha sido tocada nunca en vivo. Así que les subo ésta llamada Presagio, una canción hecha a mediados de 2010 para un amigo que se hizo comer por la noche. Es lo más cercano a una zamba dark que creo que se puede estar. No pertenecerá a ningún disco, o al menos no está planificado que así sea. Pueden descargarla desde el soundcloud por un tiempo. Espero sus comentarios. https://soundcloud.com/sergio-antezana/presagio